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Escritos desde el páramo

Decimocuarto misterio jocoso: Templarios destemplados (XI)

Viene de aquí
Una vez concluida la portentosa aventura de la insólita losa, una en apariencia y trina en esencia, podemos seguir adelante, perdón, volver atrás para ver qué tiene que añadir D. Lorenzo al misterio de Oak Island.
""Clinc, clinc". El golpe distrajo la sensación de angustia. Allí, bajo sus pies parecía encontrarse un recipiente con forma rectangular, similar a los viejos cofres utilizados siglos ha por los temidos bucaneros..." (Pág. 256)
Pena de onomatopeya desperdiciada porque, como ya vimos renglones ha, nunca tuvieron oportunidad de contemplar el (supuesto) cofre. En realidad se limitaron a clavar una barra a través del fango y ésta tropezó con algo duro a metro y medio por debajo del nivel de excavación. Que fuera un arcón, una extraña formación rocosa (vulgo pórfido), un cinturón de castidad abandonado... es una mera elucubración.
"Una vez allí, practicaron un nuevo agujero transversal con el objetivo de alcanzar el pozo original. Milagro tal vez sea la palabra más acertada para definir la suerte que tuvieron en esos instantes. Una avalancha de lodo se precipitó sobre ellos, y como ocurriera unos meses antes, el agua ascendió a poco menos de diez metros de la superficie. El implacable enemigo invisible imponía de nuevo su fuerza, y esta vez para siempre." (Pág. 257)
No hombre, no. La palabra más acertada para definir eso no es milagro, es mito. Si volvemos a los artículos publicados en el British Colonist en 1863 nos encontraremos con una versión menos dramática pero, sin duda, más cercana a la realidad. Cuando el tunel transversal estaba cerca (a dos pies) de cruzarse con Money Pit, vieron cómo el agua comenzaba a fluir en forma de riachuelos. Todos los intentos por contenerlos fueron inútiles al ser cada vez mayor el caudal de agua que se filtraba por lo que optaron por abandonar el segundo pozo que aún tardó cerca de dos horas en llenarse.
¿"El implacable enemigo invisible"? ¿Desde cuándo el agua del mar es invisible?
"De las cinco excavaciones que llevaron a cabo, con resultados dispares, lograron extraer gracias al taladro empleado, que sacaba a la superficie muestras del terreno para los análisis pertinentes, algunos objetos de relativa importancia: tierra, metal y tres eslabones pertenecientes a la cadena de un reloj." (Pág. 258)
¿Qué "análisis pertinentes" serán esos que se imagina el Sr. Fernández Bueno? A los cazadores de tesoros de Oak Island les importó todo tres pares de gónadas... salvo "pillar" el oro cuanto antes mejor. No se hicieron análisis, no se escribieron diarios de la excavación, no se guardaron muestras de los hallazgos supuestamente realizados en el interior del Pozo del Dinero... ni siquiera se conservó la propia estructura de Money Pit porque se aumentó su diámetro a más del doble (de siete pies a unos quince). Es más, tampoco estamos seguros de si el supuesto Pozo del Dinero actual es el original.
Ah, y como ya vimos, en el primer relato conservado sobre la historia de la búsqueda del tesoro en la Isla del Roble escrito siglo y pico ha, no se hace mención ni a restos de metal ni de oro como tampoco a un taladro extractor de muestras. Sencillamente, parece que imaginaban qué material estaban taladrando por el sonido que hacía la barrena y, tal vez, por los restos que quedaban en la punta del taladro, un método de lo más científico.
"No en vano no tardó en establecerse una relación entre el mar que rodeaba al pequeño islote, y el interior de la oquedad. De este modo, y tras diversos estudios efectuados a pie de terreno, se comprobó que existía una concomitancia entre la subida y bajada de las mareas, y las costantes ascensiones del líquido elemento en Money Pit." (Pág. 258)
Diga Vd. que sí. Oak Island es un islote, pero no un islote cualquiera, es un "pequeño islote" que, además, está rodeado de mar. Los canadienses son, sin duda, gente de medio pelo que no pueden permitirse el tener grandes islotes. Mucha Real Policía Montada y mucha gaita, pero a la hora de la verdad...
¿Que tal si, además de dejar de cagarla con su mal uso del léxico, diera un repasito al Principio de los Vasos Comunicantes? Más que nada para que no repita una chorrada como la de las "constantes ascensiones del líquido elemento" que de constante no tiene nada porque el nivel del agua aumenta y disminuye con las mareas (de cajón, y sin embargo...)
Por cierto, como los buscadores de tesoros podían ser una panda de ilusos pero eso no supone que fueran tontos, se dieron cuenta rápidamente y sin necesidad de estudios de ninguna clase de que el agua ascendía en los pozos hasta alcanzar el nivel de la superficie del mar en la bahía. Así lo dice el anónimo autor de las publicaciones periodísticas a las que no estamos refiriendo de continuo.
"No obstante, algo no cuadraba. La composición estratigráfica de Oak Island no permitía la filtración de las aguas marinas, mucho menos a las distancia a la que se estaban llevando a cabo las prospecciones." (Págs. 258-259)
Me divierto mucho cuando D. Lorenzo incurre en autocontradicciones. Antes había dicho que Oak Island es un "pequeño islote" y ahora resulta que las prospecciones se hacían a una distancia del mar que impedía las filtraciones naturales. Como ya dijo un gran sabio aquello de que "Lo que no puede ser, no puede ser y además es imposible" ¿cuál de las dos afirmaciones es cierta? Pues que la Isla del Roble era un islote porque mide cerca de un kilómetro y medio de largo por ochocientos metros de ancho correspondiendo ambas magnitudes a sus valores máximos. Por tanto, aunque Money Pit se hubiera excavado en el centro de la isla (que no es el caso) tendría el mar a una distancia de cuatrocientos metros. En realidad está aún más cerca y, por supuesto, hay casos de filtraciones marinas a mucho mayor distancia de la costa en, por ejemplo, Cabo Verde, así que "menos lobos, Caperucita".
Por otra parte, ignoro con qué geólogo habrá hablado el Sr. Fernández Bueno (suponiendo que lo haya hecho) porque como ya dijimos Oak Island se asienta sobre estratos de caliza en los que es perfectamente posible la existencia de filtraciones al abundar en ellos cavidades y túneles naturales.
"Por lo tanto ¿cómo era posible que ese mismo agua llegara hasta allí? La explicación aparentemente simple, no hacía más que proporcionar un buen número de incógnitas. En definitiva, alguien, intencionadamente, debía de haber construido un tunel a una profundidad considerable, que conectaba directamente el mar con el estrato más profundo del pozo ¿Con qué motivo? ¿Una obra faraónica exclusivamente para unir las aguas del golfo de Mahone con el extraño agujero? La lógica induce a pensar en algo más." (Pág. 259)
Además de permitirme dudar de la capacidad de D. Lorenzo de pensar con lógica sobre este asunto (después veremos el porqué) ¿cuál se supone que sería la diferencia si ese conducto fuera natural en vez de artificial? Pues ninguna, obviamente. Sencillamente al aliminar la tierra que llenaba Money Pit el agua comienza a manar. No hay en ello misterio alguno. Así las cosas ¿por qué hay que pensar en una construcción humana? La primera expedición llegó a esa conclusión no por ninguna razón objetiva sino porque, en caso contrario, la historia del tesoro se iba al garete. Supongamos que el pirata Patapalo se dispone a enterrar sus ahorros fruto de una vida de trabajo deshonesto. Elige la Isla del Roble y se pone a hacer un agujero de tres pares de ovarios (seguro que era de Bilbao, el tío). Cuando llega a unos treinta metros de profundidad se encuentra con la sorpresa de que el hoyo se empieza a llenar de agua. ¿Es creíble que consiguiera de alguna extraña manera retirar el agua y continuar con la excavación como si nada estuviera sucediendo cuando las Compañías (que indudablemente tenían medios muchos mayores que nuestro imaginario forajido) no fueron capaces de pasar de ese punto? Evidentemente, no. Por ello, los miembros de la Onslow Company se vieron en la obligación de pensar en un conducto artificial, una especie de medida de seguridad ideada por el pirata Patapalo para impedir el robo de su botín, porque, en caso contrario, si no habían encontrado ya el tesoro es porque éste no existía.
Es fácil comprender que no quisieran asumir este fiasco y así dieron con la "explicación" del túnel (que después se convertían en túneles) que comunica el Pozo del Dinero con el mar de forma que cualquier intento de desenterrar el oro pirata provocara inevitablemente la inundación del pozo.
La solución para los cazadores de tesoros pasaba por localizar y cegar tal conducto y a ello se aplicaron. Encontraron la entrada de varios canales subterráneos hechos por el hombre en la costa de Oak Island y la cubrieron de escombros, pero aun así el agua continuó fluyendo a Money Pit, señal indudable de que fueran lo que fuesen (si en realidad existieron porque no se ha encontrado resto alguno de tal construcción) no eran los túneles de alimentación que imaginaron. Desde entonces la obsesión de las diferentes Compañías que se han sucedido en el intento de rescatar el "tesoro" ha sido destruir el(los) acueducto(s) (en algún caso incluso pretendieron haberlo dinamitado), pero el Pozo del Dinero está hoy tan inundado como el primer día.
"La mano genial de un ingeniero anónimo había desarrollado todo un entramado de túneles que a la postre ha sido considerado como el mayor sistema de irrigación jamás construido por intervención humana, y la caja de caudales más segura de la historia." (Pág. 259)
¡Qué bonito le ha quedado! Sólo va a tener que resolver dos problemas. El primero es una mera cuestión de lógica (por eso expresé antes mis dudas de que el Sr. Fernández Bueno sea capaz de emplearla en este asunto). No sé si se habrán dado Vds. cuenta del dilema, pero ¿para qué demonios iba a construir el pirata Patapalo una trampa que también le impediría a él recuperar su propio tesoro? No me negarán que hace falta ser tonto del culo (y eso siendo generosos) para proteger el botín de una forma tan perfecta que nadie, ni siquiera el interesado, pudiera recuperarlo. Aunque algunos, que sí se dieron cuenta de este disparate, empezaron a fabular sobre que los primeros prospectores habrían activado una trampa explosiva que ocasionó la inundación bla, bla, bla... eso no es cierto. Sencillamente, al eliminar una cantidad de la tierra que llenaba Money Pit (y con ella la presión que ejercía sobre los canales) el agua comenzó a manar. El resultado sería el mismo si la excavación la hubiera realizado el pirata Patapalo, un expoliador de tesoros ajenos o el Ingenioso Templario D. Bafomete de la Mancha de Grasa.
El segundo problema es ¿cómo demonios pudo realizar tales túneles? Si ya es bastante sospechosa la obra faraónica que hubiera supuesto Money Pit (un capitán pirata sabía perfectamente que no era nada conveniente para la salud de su cuello el permanecer mucho tiempo en un lugar que no era amigo y Nueva Escocia no lo era) el ampliarlo con una red de canales subterráneos excavados a gran profundidad es sencillamente increíble. No es sólo cuestión del tiempo que hubiera debido invertir, es que para realizarlos tenía que construir previamente un muro de contención (es decir, levantar una barrera que impidiera que el mar inundara los túneles mientras estaban siendo excavados, algo que suele ocasionar el "ligero problemilla" de acabar con la mano de obra). Esto mismo fue lo que intentaron diversas compañías pero se encontraron con la desagradable sorpresa de que las corrientes son tan fuertes alrededor de Oak Island que sus muros eran derribados antes de ser concluidos (y no intentaron hacerlos con cuatro troncos de roble, precisamente).
Parece que el Sr. Fernández Bueno sí es consciente de este problema, pero su explicación es tal vez la más absurda de todo este libro (que ya es decir):
"es probable que en la época en que se construyó, las aguas del Atlántico estuvieran más bajas, lo que permitiría poner en marcha las operaciones necesarias para que esta obra titánica pudiera ser finalizada." (Pág. 261)
Con un par... Los descensos y ascensos apreciables del nivel del mar se producen como consecuencia de las glaciaciones y los deshielos. Es obvio que ante un fuerte descenso de las temperaturas, aumenta el manto de hielo y el nivel del mar disminuye al recibir menos aportes hídricos ya que el agua permanece en estado sólido. Por el contrario, al subir las temperaturas se deshiela el manto y el nivel marino aumenta. Incluso en esos casos estamos hablando de un ritmo rápido cuando el mar asciende, por ejemplo, cuarenta milímetros en un año, pero el último ascenso rápido (once milímetros al año) del nivel de mar acabó hace 6.000 años. Desde entonces el nivel del mar no ha experimentado grandes cambios. Es más, el momento en que las Compañías comenzaron a excavar en Oak Island (primeros años del S XIX) coincide con el mínimo de Dalton, una etapa de temperaturas muy bajas, así que ¡tururú!
""Cuando sean siete las muertes que se han de producir, pues así ha sido escrito, en ese momento y solo en ese momento será conocido el secreto del pozo."" (Pág. 262)
¿Qué es esto? ¿Las profecías de la bruja Averías? Por desgracia, D. Lorenzo no indica de dónde se ha sacado esa chorrada (una pena, porque prometía una nueva sesión de carcajadas). Esto degenera por momentos...
"¿Quiere decir esto que los caballeros de la Orden del Temple están detrás de tan magna obra? Es una posibilidad como tantas otras. La elucubración es gratuita, y evidentemente, si alguien estaba preparado para recorrer la larga travesía oceánica, arribar a las costas del contienente americano y construir tamaña fortaleza subterránea, sin lugar a dudas, esos eran los templarios." (Pág. 265)
Si ya decía yo que esto degenera por momentos... Claro, los templarios tenían una inmensa experiencia en la navegación por el Atlántico porque, como sabe todo el mundo, para ir de Europa a Palestina hay que pasar por los Azores, Madeira, las Canarias, Cabo Verde... crucero turístico que los peregrinos a Tierra Santa agradecían mucho, sin duda. A ver si soy capaz de guardar una cierta apariencia de seriedad (no saben lo que me cuesta, la verdad); por mucho que se quiera hablar de los Templarios en La Rochelle (base que, como ya dijimos, se usaba principalmente para exportar vinos franceses a Inglaterra), la flota templaria estaba pensada para el Mediterráneo. Sus barcos partían principalmente de puertos como Marsella y Brindisi con destino a San Juan de Acre conduciendo tropas, caballos, suministros, peregrinos... En el Mediterráneo estaban sus principales barcos como "El halcón" que tenía fama de ser el buque más grande del mundo y que había sido adquirido por El Temple a los genoveses (su capitán era un tal Roger de Flor que se haría famoso más tarde como capitán de la Compañía Catalana, tropas mercenarias al servicio del basileus de Bizancio).
Si como marineros por el Atlántico los Templarios dejaban mucho que desear, como constructores subterráneos más aún. ¿Puede saberse qué construcciones subterráneas realizaron? Porque como ejemplos de edificaciones templarias se conservan fortalezas (especialmente importantes las de Tierra Santa por obvios motivos), capillas e iglesias, e incluso algunas encomiendas, pero nada de ello capacita para una construcción como la (supuesta) del Pozo del Dinero. Es más, cuando los templarios realizaron edificios para albergar fondos, lo que hicieron fue una torre (París y San Juan de Acre), no un hoyo.
Ah, y como pequeña maldad por mi parte, en el S XIV (fecha en la que, supuestamente, llegaron los templarios a Oak Island -me da la risa sólo de pensarlo-) la temperatura era superior a la que encontraron los prospectores de las Compañías en el S XIX, así que el nivel del mar no era inferior.
Bien puede decir el Sr. Fernández Bueno que "La elucubración es gratuita" porque si hubiera que pagar dinero por ella, estaría arruinado para los restos.
"Es más que probable que en el interior de money pit tan solo se encuentre un maltrecho tesoro enterrado años ha por las huestes del bucanero Francis Drake o William Kids." (Págs. 266-267)
Pues no. Lo que es más que probable es que dentro del Pozo del Dinero no haya tesoro alguno, ni maltrecho ni más bonito que un San Luis. Lo que además es imposible es que dentro de él esté el tesoro del bucanero Francis Drake porque éste no era bucanero ni tigretón, era corsario. También lo es que en él esté el tesoro del bucanero William Kids, personaje desconocido en la historia de la piratería. Si quería referirse a William Kyd o Kidd (el famoso Capitán Kidd) éste tampoco era pirata y sí todo lo contrario, recibió el encargo del rey de Inglaterra de dar caza a los auténticos piratas (y el porqué acabó colgado es una historia que ahora no viene al caso y que, además, ya contamos en otra ocasión).
"Empero, no está de más intentar dejarnos llevar por la imaginación, y pensar en un cúmulo de coincidencias que una vez más destapan la arraigada relación de avanzadas civilizaciones del pasado con insondables enigmas del presente. Templarios, piratas o dioses de mundos lejanos... La Historia está escrita, pero a toscas pinceladas..." (Pág. 267)
No se esfuerce, D. Lorenzo, no se vaya a herniar. De verdad que no tiene que intentarse dejar llevar por la imaginación, eso en Vd. es algo natural. Pues ya saben. Los templarios y los piratas eran "avanzadas civilizaciones del pasado" y Money Pit lo construyeron los extraterrestres. Ejem, esto más que "toscas pinceladas" son burdos chafarrinones.
Bueno, y con esto hemos acabado con Money Pit, Oak Island y su pastelera madre. Ahora nos iremos a un territorio mucho más cercano y hermoso, las islas Canarias. ¿Ya hemos terminado con los templarios? Esto... pues no. Ahora vamos a recorrer la encomienda templaria de Tenerife, su Virgen Negra y sus Baphomets.
-Continuará-

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