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Escritos desde el páramo

¿Por qué?

Por qué ese título? ¿Por qué un nuevo blog en sustitución del antiguo? Lo primero es, posiblemente, lo más difícil de explicar y salvo que conozcan Vds. mi tierra, posiblemente no entiendan ni jota (ni aurresku ni sardana por si acaso topo con el nacionalista de turno). Verán, los páramos son lugares extraños, recorridos por vientos fortísimos y con contrastes de temperatura extremos entre invierno y verano. No son, posiblemente, un paisaje idílico pero me gustan. Son unos de los pocos lugares en los que puedo andar sin encontrar a nadie. Por ello, para mí son un símbolo de la soledad que no es algo necesariamente negativo. Por el contrario, parece que para ser independiente más vale estar solo que mal acompañado. Por ahí va la justificación del título, por mi voluntad de aislamiento, de recorrer el camino que crea debo andar sin nadie al lado.

La segunda pregunta es más fácil de contestar. Un nuevo blog porque la perspectiva va a ser completamente diferente. Si en las ediciones anteriores de Clío primé la respuesta a la Pseudohistoria, en esta nueva andadura eso va a ser algo secundario. ¿Quiere eso decir que bla, bla, bla...? Pues no, sencillamente hay un aspecto que me interesa más que su refutación y es su estudio. ¿De dónde arrancan las creencias? ¿Quiénes propusieron algo y por qué lo hicieron? ¿Cómo se ha modificado una creencia a lo largo del tiempo?... Obviamente, al ser un enfoque completamente distinto, lo mejor era no aumentar el caos en el lector (no cuento con tener más de uno) y comenzar en otro sitio.

Por descontado, este cambio supone que los artículos serán muy diferentes, más largos (¿es eso posible?) y menos frecuentes (avisados quedan de ambas cosas). Si no he conseguido disuadirle de que puede dedicar su tiempo a mejores cosas que dejarse caer por aquí de vez en cuando, terminará pesándole.

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