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Escritos desde el páramo

Décimo misterio jocoso: Et in Babia sunt

Viene de aquí
Antes de proseguir con la revisión de afirmaciones sobre Rennes-le-Château y sus presuntos misterios, es necesario corregir un olvido. Les había dicho que íbamos a ver quá había detrás de la hipótesis que planteaba que una inscripción que figura en el pedestal de un Calvario (CHRISTUS A.O.M.P.S DEFENDIT) junto al presbiterio de la localidad francesa pudiera querer decir Christus Antiquus Ordo Mysticusque Prioratus Sionis Defendit (Cristo defiende a la antigua y mística orden del Priorato de Sión). Comencemos por recordar que la abreviatura de Senatus Populusque Romanus (El Senado y el pueblo de Roma) no es S.P.R sino S.P.Q.R, es decir que el -que (y) también figura en la sigla. Por tanto, la abreviatura no hubiera debido ser A.O.M.P.S sino A.O.M.Q.P.S.
En realidad, ese CHRISTUS A.O.M.P.S DEFENDIT significa Christus Ab Omni Malo Plebem Suam Defendit (Cristo defiende a su pueblo de todo mal). Así, con todas sus letras, aparece en la inscripción en el obelisco de la Plaza de San Pedro, en El vaticano. Solventado este olvido podemos continuar con la portentosa historia del cuadro Los pastores de Arcadia de Nicolás Poussin.
Recordemos que las afirmaciones sobre esta obra y el San Antonio Ermitaño de David Teniers son que el padre Berénger adquirió sendas copias durante su presunto viaje a París en 1891 y que ambas serían fundamentales para comprender el enigmático mensaje de los pergaminos. Por ello, los misteriófilos buscan en ambas pinturas lecturas ocultas. Como el San Antonio parece que no da para mucho, las afirmaciones esotéricas se concentran en Los pastores de Arcadia, obra de la que se ha dicho (Y D. Lorenzo repite sin plantear el menor asomo de crítica) cosas como las siguientes:
"ET IN ARCADIA EGO
Esta inscripción sería un anagrama:
LA TUMBA DE DIOS - EL CUERPO DE DIOS
- LE CORP DE DIEU
La tendencia en el Languedoc a suprimir artículos y preposiciones dejaría así la frase:
CORPS DIEU
Pero en Languedoc, la letra "o" suena como "a", y el diptongo "eu" suena "ou":
CARPS DOU - CARDOU
El monte Cardou -que aparecía pintado en en cuadro de Poussin junto a Rénnes y el castillo de Blanchefort- ocultaría una tumba, la tumba de Dios, custodiada por el Temple y cuyo secreto había sido ocultado en los pergaminos, de lo cual también sabían determinadas corrientes vinculadas al Temple y al Priorato de Sión , y que quisieron cederla a la posteridad utilizando claves secretas de geometría.
Berenger habría descubierto la verdadera tumba de Jesús de Nazaret, y ese secreto no tenía precio, por mucho oro que le diera quién quiera que se lo diera". (Págs. 96-97)
Realmente memorable, especialmente si tenemos en cuenta que "Et in Arcadia ego" no es ningún anagrama de "Le corp de Dieu" puesto que para que una frase lo sea de otra debe usar las mismas letras. En esto caso, sobran una "t", una "g", una "n", una "i" y tres "a", y faltan una "l", una "p", una "d", una "e" y una "u".
En realidad, la frase que es un anagrama (entre otros posibles) de "Et in Arcadia ego" es "I, tego arcana Dei" (Ve -imperativo del verbo ir, no del verbo ver-, oculto los secretos de Dios) que no tiene nada que ver con lo que escribe el Sr. Fernández Bueno. No obstante, también esto necesita alguna aclaración.
Volvamos al cuadro "Los pastores de Arcadia". Vemos un grupo de tres personajes masculinos y uno femenino que leen la inscripción "Et in Arcadia ego" (Y yo en la Arcadia) en un sepulcro. ¿Qué significa esta escena? Comencemos por el principio. Para la antigüedad greco-latina, la Arcadia (aparte de ser una región real de Grecia) era el lugar en que Virgilio ambientó sus "Bucólicas" en las que retomó la poesía pastoril que ya había tratado Teócrito de Siracusa en sus "Idilios". En Virgilio encontramos pastores idealizados que cantan poemas a sus amadas o a la naturaleza en un mundo, reflejo del mito de la Edad de Oro, en que conviven hombres y seres sobrenaturales. Este género sería recuperado por la literatura renacentista ("Ninfale Fiesolano" y "Ninfale d´Ameto" de Boccaccio) para culminar en un gran éxito de la época, la "Arcadia" de Sannazaro (publicada en 1504) que haría que se extendiese la moda bucólica por toda la Europa occidental, algo a lo que tampoco fue ajena España (Garcilaso, Montemayor, Lope, Cervantes...). Ahora bien, toda esa artificiosa felicidad no excluía la muerte. En su Bucólica V, (traducida por Fray Luis de León como Égloga V) encontramos los siguientes versos:
"Y con dolor, pastores, y gemido
un túmulo poned, y en el lloroso
túmulo, aqueste verso esté esculpido:
Yo, Dafni, descansando aquí reposo;
nombrado entre las selvas hasta el cielo;
de hermosa grey pastor muy más hermoso."
De esa contraposición entre felicidad bucólica y muerte nacerá el tema del "Et in Arcadia ego" que tampoco fue invención de Poussin. Antes que él lo trató en 1618 Giovanni Francesco Barbieri, más conocido por su apodo de Il Guercino (El Bizco), en su obra Et in Arcadia ego. Como podemos ver, no hay lugar para la duda. Un par de pastores de Arcadia encuentran una calavera (símbolo de la muerte) sobre la que aparece posada una mosca (nuevo símbolo de la fugacidad de la vida). En el pedestal en que se asienta aparece la célebre frase que así adquiere su pleno significado: Et in Arcadia ego sum (Yo [también] estoy en la Arcadia) o Et in Arcadia ego vixi (Yo [también] viví en la Arcadia). Es una advertencia, puedes gozar cuanto quieras, vivir despreocupadamente... pero al final has de morir. Lejos de interpretaciones esotéricas, esta obra es un memento mori (recuerda que has de morir) muy cercano al género de las vanitas (así llamadas por la traducción latina de una frase del Eclesiastés, "vanitas vanitatum et omnia vanitas" -vanidad de vanidades, todo es vanidad-) que fue muy cultivado durante el Barroco: Pereda, Van Steenwyck, Linard...
Poussin se hizo eco de la obra de Il Guercino en dos cuadros con igual título, "Los pastores de Arcadia", y con idéntico significado. La primera versión es de 1629-1630 y en ella aún aparece la calavera aunque lejos del protagonismo que adquiría en la obra de Il Guercino, la segunda versión es de 1638-1639 y es la protagonista del asunto Rennes. Con posterioridad (1655), todavía aparecería la versión homónima de Benedetto Castiglione en la que cambia la inscripción del sepulcro que ahora es TEMPORALIS AETERNITAS (eternidad temporal).
¿A qué viene entonces tanto misterio? Pues eso mismo me gustaría saber. No obstante hay un par de asuntos que debemos aclarar, lo de que el sepulcro que representa Poussin es similar a uno que existía cerca de Rennes (esto lo veremos mañana en la próxima entrada) y lo de que el paisaje es idéntico al de monte Cardou y que el castillo representado es el de Blanchefort. Aunque no tendría nada de extraño que Poussin hubiera copiado un paisaje real (aunque por lo que sabemos de su biografía jamás estuvo por las cercanías de Rennes pudo conocerlo por un grabado, una pintura...) la verdad es que tampoco eso es cierto. Volvamos al cuadro ¿pueden identificar Vds. en él el Monte Cardou (aquí tienen otra imagen, otra más y una cuarta) y el Castillo de Blanchefort? Si es así, mi más cordial enhorabuena, porque yo no lo consigo. Claro que tampoco el Sr. Fernández Bueno lo tuvo fácil porque confiesa: "Lo cierto es que la abrupta orografía hacía practicamente imposible discernir entre unos y otros picos. Todos parecían iguales." (Pág. 137) En fin, que no quede por dar facilidades, aquí tienen la famosa tumba fotografiada desde una perspectiva similar a la del cuadro de Poussin ¿ahora ya reconocen el fondo? Intentémoslo una vez más e incluso una tercera. Vamos a ver si las imágenes (las que llevan la identificación de Tableau de Poussin -cuadro de Poussin- y Photo actuelle -Foto en la actualidad-) de esta página aclaran el entuerto. Los cartelitos ayudan bastante, la verdad. ¡Vaya por Dios! Resulta que en lo que en el cuadro de Poussin es una sola montaña con una partes más elevadas que las otras son, en la realidad, tres lugares distintos y una única identificación verdadera. Claro que tampoco las cimas de Cardou y Blanchefort son iguales en el cuadro y en la foto, que también falta en el cuadro de Poussin la cima que existe entre Blanchefort y Rennes y que las distancias no "pegan ni con cola", pero la verdad, después del conjunto de disparates que llevamos vistos sobre Rennes, esto casi parece razonable... de no ser por el pequeño detalle de la tumba, pero como ya he abusado en exceso de su paciencia, esto lo dejaremos para mañana.
-Continuará-

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