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Escritos desde el páramo

In memoriam, Victoriano Crémer

Esta madrugada, a los 102 años de edad se calló para siempre la voz del, para mí, último gran poeta español vivo, el leonés Victoriano Crémer. Autodidacta, anarquista, fundador de la revista Espadaña en la que publicaron los poetas opuestos al régimen franquista... su vida parece fruto de la imaginación de un escritor folletinesco. Detenido durante la Guerra Civil, salvado gracias a sus buenas relaciones con algunos sacerdotes, oculto en un edificio en el que existía un burdel, en continuo conflicto con las autoridades franquista... una peripecia que recogió, en parte, en este magnífico apunte biográfico que demuestra, aparte de un magnífico sentido del humor, que era un gran prosista además de un magnífico poeta.

Como homenaje postero, permítanme hablarles con sus propias palabras:

"CANCIÓN SERENA

Un día puro, alegre, libre quiero.
Fray Luis de León

No me dejéis así:
Sorbido por la tierra
hondísima y vibrante como el clamor penúltimo;
con este olor maduro de soles y horizontes
abriéndome en el pecho un surco luminoso.

No es que el cuerpo me suene a cristal derramado
ni que diez corazones me alanceen las yemas,
ni que cielos redondos agolpen sus rebaños
a mis ojos mastines, ladradores de cimas.

Es que un mar fugitivo rinde velas y senos
y pétalos y espumas en la gozosa playa
donde el rumor se atreve a mancillar la sombra.
¡Y se me ciegan labios y gritos y pupilas!

Es que siento que el aire es de carne dulcísima
y la luz sólo luz. Que el contorno me huye
a bandadas blanquísimas de palomas y lirios
y me abandonan manos y dientes y melenas.

¡No! ¡No me dejéis así! Moriría desnudo
sin sentirme morir.

Y mi pobre vestido, con su sangre caliente,
se hundiría, esperando mi imposible retorno."

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