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Escritos desde el páramo

Epitafio innecesario

Es propio del ave fénix resurgir de sus cenizas. Es propio de mí no creer en gilipolleces como ésa, pero sí en que las peticiones de los amigos deben ser atendidas en las medida de lo posible. Luis Alfonso Gámez me ha solicitado que publicara de nuevo los contenidos de este blog borrados en protesta por la actitud de los internautas de que en la red se puede copiar impunemente lo que a uno le salga de la punta del capullo (y guay del político que intente poner cortapisa a su derecho divino). Sigo pensando lo mismo. Si por mí fuera, este blog seguiría borrado y eso no supondría pérdida alguna, pero ya conocen al responsable de que no sea así.

 

He recuperado todos los artículos sin cambiar ni una letra, ni siquiera en los casos en que me equivoqué. He de advertirles que en el proceso se han perdido todas las ilustraciones y que los enlaces internos han dejado de funcionar. He eliminado la opción de comentarios porque, sencillamente, no deben esperar respuesta alguna a lo que Vds. quieran decir. Esta etapa de mi vida está pasada. En la actualidad me repugna hasta un punto que no sospechan todo lo relacionado con el escepticismo entendido como una corriente organizada (demasiados imbéciles para mi gusto) y no voy a perder ni un segundo más en estos temas, así que vuelvo a ocuparme de las cosas que realmente importan, una poesía, una novela, una mujer.

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