En busca del chocolate del loro: Orión y otras hierbas (III)
Viene de aquí
Acabamos de ver cómo la teoría de Bauval recogida por el Sr. Sierra no sale bien parada (todo lo contrario) de su confrontación con los datos históricos, astronómicos... reales, pero suponer que eso es algo que amilane a este desafinado Dúo Dinámico es tanto como ignorar lo que son, escritores esotéricos refractarios a todo lo que no quepa interpretar como una confirmación de sus creencias.
Dado que hasta el momento el apartado de pruebas brilla por su ausencia, Bauval mete mano con singular osadía y no menor torpeza a los Textos de las Pirámides. Como no tienen Vds. la menor obligación de saber de qué va esto (aunque sospecho que lo conocen perfectamente) dejaremos que D. Javier nos (me parece que sobra la "s") lo explique, demostrando, de paso, sus grandes conocimientos sobre Egiptología (la ternilla por los suelos):
"Se trata de un conjunto de escritos hallados en pirámides de la V dinastía (2465-2323 a. c.), en Sakkara, en el que se contiene la literatura religiosa más antigua de la humanidad." (Pág. 29)
Olvídense de esa ¿definición? porque el Sr. Sierra yerra (y mucho). Por de pronto, los Textos de las Pirámides no son "la literatura religiosa más antigua de la humanidad" porque existen, por ejemplo, los Himnos sumerios. Tampoco están limitados los TP a las pirámides de la V dinastía. Aparecen, por primera vez, en una pirámide de la V dinastía, la de Unas (precisamente el último faraón de esta dinastía) y cuando se generalizan es en la VI dinastía ya que aparecen en las pirámides de Teti, Pepi I, Merenra, Pepi II y en las de las esposas de Pepi II Neit, Iput y Udyebten. Incluso llegan hasta el Primer Periodo Intermedio ya que también se encuentran en la pirámide de Aba (VIII Dinastía).
"Estas inscripciones comenzaron a esculpirse unos setenta años después de darse por terminada -al menos según la arqueología ortodoxa- la última de las grandes pirámides de Giza." (Pág. 29)
Esto me habría dejado sin habla si eso no fuera un imposible como la cuadratura del círculo (acusada tendencia a la verborragia y tal y tal). Veamos. La arqueología, por de pronto, lo que habría dicho si D. Javier se hubiera molestado en preguntarla (algo que no parece tener mayor interés en hacer) es que la pirámide de Micerino está inacabada al igual que el resto de las construcciones de su complejo funerario (el revestimiento de granito rojo nunca se llegó a pulir, los templos están "rematados" con adobes...). Olvidémonos de ello y vamos un poco más allá. Micerino reinó entre los años 2532 y 2504 a. de C. Por tanto, la "terminación" de su pirámide data de esta última fecha. Unas, en cuya pirámide aparecen por primera vez los TP, reinó entre los años 2375 y 2345 a. de C. Así pues, aunque aceptásemos la primera fecha para la realización de los TP (algo improbable porque una pirámide no se termina en un año) incluso entonces entre la "terminación" del complejo de Micerino y la inscripción de los TP pasaron ciento veintinueve años y no los setenta que ignoro de dónde se saca el Sr. Sierra.
Con ser esto curioso, hay algo más sorprendente. ¿Qué demonios es lo que D. Javier denomina "arqueología ortodoxa"? ¿La que se ocupa de los monasterios, iglesias... griegos, rusos...? Porque para que esta construcción léxica tuviera algún significado tendría que existir una arqueología heterodoxa con la que pudiera contraponerse. ¿Qué se supone que es esta arqueología heterodoxa? ¿La de los huaqueros, buscadores de tesoros y demás delincuentes de la misma ralea? Obviamente no. Estos siniestros personajes nada tienen que ver con la arqueología puesto que no tienen ningún interés en la reconstrucción del pasado y sí en subsistir (o forrarse) con la venta de las piezas encontradas. ¿Se referirá, tal vez, a los escritores esotéricos que en su vida han participado en excavaciones arqueológicas, que extraen (y a veces falsean) datos de su contexto, que ignoran la cronología, los sistemas de datación absolutos y relativos...? Tampoco puede ser, porque no son arqueólogos ya que no sólo no practican la arqueología sino que sus fines tampoco son los de esta disciplina puesto que tampoco aspiran a reconstruir el pasado y sí a apuntalar sus propias creencias.
¿Qué es, entonces, esa supuesta arqueología heterodoxa? Una mera entelequia, una denominación que no corresponde a nada realmente existente y que por tanto hace innecesaria la construcción léxica "arqueología ortodoxa". Sencillamente, hay arqueología y existe, al margen de esta disciplina, una serie de prácticas ajenas a ella tanto por criterios metodológicos (en el mejor de los casos, laxos; la mayoría de las veces, inexistentes) como por su finalidad, pero cuyos practicantes se empeñan en calificar como arqueología olvidándose de añadir el prefijo pseudo-.
¿Es esto un mero problema léxico? Puede parecerlo, pero no lo es. A ojos de muchas personas el término arqueología designa una disciplina tan pasional y apasionante como rigurosa. Si la pseudoarqueología de-toda-la-vida, pretende ahora ser arqueología heterodoxa, ese cambio no es en modo alguno inocente puesto que pretende extender el bien ganado prestigio de la arqueología a una serie de prácticas que no sólo no son arqueología sino que generan afirmaciones que entran en flagrante contradicción con el conocimiento arqueológico.
"Su proximidad cronológica, por tanto, puede revelarnos mucho acerca de la función exacta de estas montañas de piedra, y despejar la duda de si éstas cumplieron alguna vez una función astronómica." (Pág. 29)
Bueno, acabamos de ver que la proximidad cronológica no es tanta como supone el Sr. Sierra, pero ello no supone que no tengan una gran importancia porque nos dan una idea del marco religioso en el Egipto de la época, un ambiente en el que, por supuesto, han de ser situadas estas construcciones.
Por otra parte ¿a qué se referirá con "una función astronómica"? El que los antiguos egipcios tuvieran unas creencias religiosas en las que figuran determinados cuerpos celestes (ya lo veremos más adelante), ¿significa que esas ideas al plasmarse en un monumento lo convierten en algo con "una función astronómica"?
Dejemos estas cuestiones aparcadas y vamos, de una vez, al meollo de la cuestión. ¿Qué dicen los TP de las pirámides? Pues aun cuando sea curioso dado el nombre por el que los conocemos, la verdad es que pocas veces mencionan la palabra pirámide. Comencemos por el principio. Dado que vamos a hablar (y mucho) de los Textos de las pirámides les aconsejo que desde este enlace procedan a la descarga e impresión de la traducción íntegra (con estudio y notas) de esas inscripciones a nuestro idioma. Son muchas páginas (271), pero el trabajo de Francisco López y Rosa Thode merece el tiempo y material empleado. Esta edición electrónica será la que empleemos a partir de este momento.
Decíamos que pocas veces aparece la palabra "pirámide". Por ejemplo, sí lo hace en esta inscripción:
"Oh Atum, pon tus brazos alrededor de este Rey, alrededor de esta construcción, y alrededor de esta pirámide como los brazos del símbolo del ka, para que la esencia del Rey pueda estar en ésta, perdurando para siempre." (TP 1653, Pág. 189)
Ya tenemos, por tanto, una primera función de las pirámides. Son el lugar en el que permanece la esencia del faraón difunto. También nos encontramos con este texto relacionado (lo antecede) con el anterior:
"Oh Atum-Jepri, tú llegaste a ser alto en la altura, te elevaste como la piedra bnbn (benben) en la Mansión del Fénix en On, escupiste a Shu, expectoraste a Tefnut, y pusiste tus brazos alrededor de ellos como los brazos de un símbolo del ka, para que tu esencia pudiese estar en ellos." (TP 1652 y 1653, Pág. 189)
Así tenemos una segunda función. Son un símbolo de la piedra Benben. ¿De qué? De la piedra Benben, un elemento fundamental en la cosmogonía de Heliópolis (si tienen dudas de qué estamos hablando, vayan consultando los enlaces propuestos).
Las restantes inscripciones confirman la interpretación de que la pirámide es la sede del ka del rey:
"Un don que Gueb y Atum garantizan: que esta pirámide y templo sean cercados para mí y para mi ka. Este Ojo de Horus es puro; ojalá él me pertenezca.
En cuanto a cualquiera que ponga un dedo sobre esta pirámide y este templo que pertenecen a mí y a mi ka, habrá puesto su dedo sobre la Mansión de Horus en el firmamento, habrá ofendido a la Señora de la Mansión en cualquier lugar..."
(TP 1277 y 1278, Pág. 159)
"Un bien que el Rey garantiza y Gueb garantiza de estos cuartos escogidos, ofrendas de invocación para todos los dioses que traerán a la existencia todas las cosas buenas para el Rey y que harán durar esta construcción y esta pirámide del Rey, de acuerdo con lo que el rey desea en la materia, por siempre jamás." (TP 1649, Pág. 188)
"Como el nombre de Shu, Señor del Alto Mnst en On, perdura, de forma que perdure el nombre del Rey, y pueda esta pirámide suya y esta construcción suya perdurar también para siempre." (TP 1661, Pág. 190)
Según las creencias de los antiguos egipcios, el ka era la garantía de la vida de ultratumba. Mientras el ka recibiera ofrendas materiales podría subsistir, pero si no era alimentado moriría y con él la esperanza de seguir viviendo más allá de la muerte. Así pues, las pirámides son mucho más que una mera tumba de gran tamaño. Eran también la protección del cuerpo del faraón porque aunque el ka es algo inmaterial necesita un soporte material (de ahí la momificación de los cuerpos) y también (de forma conjunta con los templos) un lugar para realizar ofrendas de forma que el ka del faraón pudiera seguir viviendo. Por ello, era fundamental que las pirámides fueran perdurables lo que explica su gran tamaño y los esfuerzos realizados en su edificación.
¿Hay pie para alguna lectura "astronómica" de las pirámides? Por las razones que veremos más adelante, la inscripción que sería relevante (y que el Sr. Sierra no menciona porque, también llegaremos a ello posteriormente, parece desconocer los TP dado su poco acierto en citar los que, supuestamente, apoyarían las lecturas de Bauval) es ésta:
"Oh Horus, este Rey es Osiris, esta pirámide del Rey es Osiris, esta construcción es Osiris, acude tú mismo a ella, no estés lejos de ella en su nombre de Pirámide..." (TP 1657, Pág. 189)
¿Y qué tiene que ver Osiris con la astronomía? Éste será el tema para la próxima entrada.
Acabamos de ver cómo la teoría de Bauval recogida por el Sr. Sierra no sale bien parada (todo lo contrario) de su confrontación con los datos históricos, astronómicos... reales, pero suponer que eso es algo que amilane a este desafinado Dúo Dinámico es tanto como ignorar lo que son, escritores esotéricos refractarios a todo lo que no quepa interpretar como una confirmación de sus creencias.
Dado que hasta el momento el apartado de pruebas brilla por su ausencia, Bauval mete mano con singular osadía y no menor torpeza a los Textos de las Pirámides. Como no tienen Vds. la menor obligación de saber de qué va esto (aunque sospecho que lo conocen perfectamente) dejaremos que D. Javier nos (me parece que sobra la "s") lo explique, demostrando, de paso, sus grandes conocimientos sobre Egiptología (la ternilla por los suelos):
"Se trata de un conjunto de escritos hallados en pirámides de la V dinastía (2465-2323 a. c.), en Sakkara, en el que se contiene la literatura religiosa más antigua de la humanidad." (Pág. 29)
Olvídense de esa ¿definición? porque el Sr. Sierra yerra (y mucho). Por de pronto, los Textos de las Pirámides no son "la literatura religiosa más antigua de la humanidad" porque existen, por ejemplo, los Himnos sumerios. Tampoco están limitados los TP a las pirámides de la V dinastía. Aparecen, por primera vez, en una pirámide de la V dinastía, la de Unas (precisamente el último faraón de esta dinastía) y cuando se generalizan es en la VI dinastía ya que aparecen en las pirámides de Teti, Pepi I, Merenra, Pepi II y en las de las esposas de Pepi II Neit, Iput y Udyebten. Incluso llegan hasta el Primer Periodo Intermedio ya que también se encuentran en la pirámide de Aba (VIII Dinastía).
"Estas inscripciones comenzaron a esculpirse unos setenta años después de darse por terminada -al menos según la arqueología ortodoxa- la última de las grandes pirámides de Giza." (Pág. 29)
Esto me habría dejado sin habla si eso no fuera un imposible como la cuadratura del círculo (acusada tendencia a la verborragia y tal y tal). Veamos. La arqueología, por de pronto, lo que habría dicho si D. Javier se hubiera molestado en preguntarla (algo que no parece tener mayor interés en hacer) es que la pirámide de Micerino está inacabada al igual que el resto de las construcciones de su complejo funerario (el revestimiento de granito rojo nunca se llegó a pulir, los templos están "rematados" con adobes...). Olvidémonos de ello y vamos un poco más allá. Micerino reinó entre los años 2532 y 2504 a. de C. Por tanto, la "terminación" de su pirámide data de esta última fecha. Unas, en cuya pirámide aparecen por primera vez los TP, reinó entre los años 2375 y 2345 a. de C. Así pues, aunque aceptásemos la primera fecha para la realización de los TP (algo improbable porque una pirámide no se termina en un año) incluso entonces entre la "terminación" del complejo de Micerino y la inscripción de los TP pasaron ciento veintinueve años y no los setenta que ignoro de dónde se saca el Sr. Sierra.
Con ser esto curioso, hay algo más sorprendente. ¿Qué demonios es lo que D. Javier denomina "arqueología ortodoxa"? ¿La que se ocupa de los monasterios, iglesias... griegos, rusos...? Porque para que esta construcción léxica tuviera algún significado tendría que existir una arqueología heterodoxa con la que pudiera contraponerse. ¿Qué se supone que es esta arqueología heterodoxa? ¿La de los huaqueros, buscadores de tesoros y demás delincuentes de la misma ralea? Obviamente no. Estos siniestros personajes nada tienen que ver con la arqueología puesto que no tienen ningún interés en la reconstrucción del pasado y sí en subsistir (o forrarse) con la venta de las piezas encontradas. ¿Se referirá, tal vez, a los escritores esotéricos que en su vida han participado en excavaciones arqueológicas, que extraen (y a veces falsean) datos de su contexto, que ignoran la cronología, los sistemas de datación absolutos y relativos...? Tampoco puede ser, porque no son arqueólogos ya que no sólo no practican la arqueología sino que sus fines tampoco son los de esta disciplina puesto que tampoco aspiran a reconstruir el pasado y sí a apuntalar sus propias creencias.
¿Qué es, entonces, esa supuesta arqueología heterodoxa? Una mera entelequia, una denominación que no corresponde a nada realmente existente y que por tanto hace innecesaria la construcción léxica "arqueología ortodoxa". Sencillamente, hay arqueología y existe, al margen de esta disciplina, una serie de prácticas ajenas a ella tanto por criterios metodológicos (en el mejor de los casos, laxos; la mayoría de las veces, inexistentes) como por su finalidad, pero cuyos practicantes se empeñan en calificar como arqueología olvidándose de añadir el prefijo pseudo-.
¿Es esto un mero problema léxico? Puede parecerlo, pero no lo es. A ojos de muchas personas el término arqueología designa una disciplina tan pasional y apasionante como rigurosa. Si la pseudoarqueología de-toda-la-vida, pretende ahora ser arqueología heterodoxa, ese cambio no es en modo alguno inocente puesto que pretende extender el bien ganado prestigio de la arqueología a una serie de prácticas que no sólo no son arqueología sino que generan afirmaciones que entran en flagrante contradicción con el conocimiento arqueológico.
"Su proximidad cronológica, por tanto, puede revelarnos mucho acerca de la función exacta de estas montañas de piedra, y despejar la duda de si éstas cumplieron alguna vez una función astronómica." (Pág. 29)
Bueno, acabamos de ver que la proximidad cronológica no es tanta como supone el Sr. Sierra, pero ello no supone que no tengan una gran importancia porque nos dan una idea del marco religioso en el Egipto de la época, un ambiente en el que, por supuesto, han de ser situadas estas construcciones.
Por otra parte ¿a qué se referirá con "una función astronómica"? El que los antiguos egipcios tuvieran unas creencias religiosas en las que figuran determinados cuerpos celestes (ya lo veremos más adelante), ¿significa que esas ideas al plasmarse en un monumento lo convierten en algo con "una función astronómica"?
Dejemos estas cuestiones aparcadas y vamos, de una vez, al meollo de la cuestión. ¿Qué dicen los TP de las pirámides? Pues aun cuando sea curioso dado el nombre por el que los conocemos, la verdad es que pocas veces mencionan la palabra pirámide. Comencemos por el principio. Dado que vamos a hablar (y mucho) de los Textos de las pirámides les aconsejo que desde este enlace procedan a la descarga e impresión de la traducción íntegra (con estudio y notas) de esas inscripciones a nuestro idioma. Son muchas páginas (271), pero el trabajo de Francisco López y Rosa Thode merece el tiempo y material empleado. Esta edición electrónica será la que empleemos a partir de este momento.
Decíamos que pocas veces aparece la palabra "pirámide". Por ejemplo, sí lo hace en esta inscripción:
"Oh Atum, pon tus brazos alrededor de este Rey, alrededor de esta construcción, y alrededor de esta pirámide como los brazos del símbolo del ka, para que la esencia del Rey pueda estar en ésta, perdurando para siempre." (TP 1653, Pág. 189)
Ya tenemos, por tanto, una primera función de las pirámides. Son el lugar en el que permanece la esencia del faraón difunto. También nos encontramos con este texto relacionado (lo antecede) con el anterior:
"Oh Atum-Jepri, tú llegaste a ser alto en la altura, te elevaste como la piedra bnbn (benben) en la Mansión del Fénix en On, escupiste a Shu, expectoraste a Tefnut, y pusiste tus brazos alrededor de ellos como los brazos de un símbolo del ka, para que tu esencia pudiese estar en ellos." (TP 1652 y 1653, Pág. 189)
Así tenemos una segunda función. Son un símbolo de la piedra Benben. ¿De qué? De la piedra Benben, un elemento fundamental en la cosmogonía de Heliópolis (si tienen dudas de qué estamos hablando, vayan consultando los enlaces propuestos).
Las restantes inscripciones confirman la interpretación de que la pirámide es la sede del ka del rey:
"Un don que Gueb y Atum garantizan: que esta pirámide y templo sean cercados para mí y para mi ka. Este Ojo de Horus es puro; ojalá él me pertenezca.
En cuanto a cualquiera que ponga un dedo sobre esta pirámide y este templo que pertenecen a mí y a mi ka, habrá puesto su dedo sobre la Mansión de Horus en el firmamento, habrá ofendido a la Señora de la Mansión en cualquier lugar..."
(TP 1277 y 1278, Pág. 159)
"Un bien que el Rey garantiza y Gueb garantiza de estos cuartos escogidos, ofrendas de invocación para todos los dioses que traerán a la existencia todas las cosas buenas para el Rey y que harán durar esta construcción y esta pirámide del Rey, de acuerdo con lo que el rey desea en la materia, por siempre jamás." (TP 1649, Pág. 188)
"Como el nombre de Shu, Señor del Alto Mnst en On, perdura, de forma que perdure el nombre del Rey, y pueda esta pirámide suya y esta construcción suya perdurar también para siempre." (TP 1661, Pág. 190)
Según las creencias de los antiguos egipcios, el ka era la garantía de la vida de ultratumba. Mientras el ka recibiera ofrendas materiales podría subsistir, pero si no era alimentado moriría y con él la esperanza de seguir viviendo más allá de la muerte. Así pues, las pirámides son mucho más que una mera tumba de gran tamaño. Eran también la protección del cuerpo del faraón porque aunque el ka es algo inmaterial necesita un soporte material (de ahí la momificación de los cuerpos) y también (de forma conjunta con los templos) un lugar para realizar ofrendas de forma que el ka del faraón pudiera seguir viviendo. Por ello, era fundamental que las pirámides fueran perdurables lo que explica su gran tamaño y los esfuerzos realizados en su edificación.
¿Hay pie para alguna lectura "astronómica" de las pirámides? Por las razones que veremos más adelante, la inscripción que sería relevante (y que el Sr. Sierra no menciona porque, también llegaremos a ello posteriormente, parece desconocer los TP dado su poco acierto en citar los que, supuestamente, apoyarían las lecturas de Bauval) es ésta:
"Oh Horus, este Rey es Osiris, esta pirámide del Rey es Osiris, esta construcción es Osiris, acude tú mismo a ella, no estés lejos de ella en su nombre de Pirámide..." (TP 1657, Pág. 189)
¿Y qué tiene que ver Osiris con la astronomía? Éste será el tema para la próxima entrada.
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