Intermezzo con bel canto rodado
Se me acumula el trabajo. Concluimos con un texto y debemos comenzar con otro que versa sobre los mismos temas (y sin plus de penosidad en el curre ni nada que se le parezca). No obstante, como supongo que estarán Vds. un poco hartos, antes de comenzar de nuevo con Rennes-le-Château, Jesús haciendo alfombras en Cachemira, un obispo de corpore insepulto, templarios por doquier, vírgenes negras (¿no eran angelitos negros?)... y demás misterios jocosos (esto es preocupante. Comienzo a divertirme con estas lecturas) les propongo un breve momento de relajación.
Creo que fue Plinio (no el policía municipal que protagonizó una serie de novelas negras a la española que sospecho casi nadie recuerda ya sino el otro, el escritor romano) el que aseguró que no hay libro tan malo que no contenga algo bueno. La verdad es que cada día estoy más convencido de que Plinio había bebido demasiado cuando largó la frasecita de marras porque en este caso, continente y contenido están a una altura que semeja la profundidad de la fosa de las Marianas.
Para que comiencen a abrir boca (es decir a bostezar ante la perspectiva de otra serie de largas, tediosas, cansinas... historias) les dejo con un par de tentempiés, el primero, un magnífico artículo de Luis Alfonso Gámez sobre las formas de la obra que vamos a tratar en próximos días; el segundo, a modo de adecuada ambientación musical, es una magnífica ejecución del "Reina de la noche" de la Flauta Mágica de Mozart (afortunadamente ya estaba muerto cuando se realizó esta grabación lo que le ahorró un inmenso dolor testicular) a cargo de una voz inigualable e inigualada en el bel canto, la magnífica ¿soprano? ¿mezzo? ¿gallina?... (algo será pero no sé qué) Florence Foster Jenkins (para escuchar la grabación, pinchen en el apartado correspondiente al título y ejecutante ya indicados). Son sólo tres minutos del éxtasis musical más indescriptible que conducirá su mente al estado adecuado de receptividad aperturista para enfrentarse a la crítica "sismográfica" de "Guardianes del secreto" por D. Lorenzo Fernández Bueno. Es decir, que podemos reírnos a gusto (tal vez, después de todo, tuviera razón Plinio).
Ya, ya sé que todo esto suena un poco críptico; pero todo terminará por encajar (más o menos) en su lugar correspondiente. Además ¡qué puñetas! hablaremos de algunos secretos tan insopechados que sólo hay decenas de títulos contando las mismas pavadas para una Habana difunta. No creerán Vds. que se puede ser más claro sin correr el riesgo de que la CIA, el MI6, el Vaticano, la UEFA y la FIFA eliminen al que tal ose. Así que sólo para sus ojos, comenzará Misterios jocosos en esta página. Advertidos quedan. El que avisa no es traidor, es avisador (casi como el di Caprio, compuesto y sin Óscar).
Creo que fue Plinio (no el policía municipal que protagonizó una serie de novelas negras a la española que sospecho casi nadie recuerda ya sino el otro, el escritor romano) el que aseguró que no hay libro tan malo que no contenga algo bueno. La verdad es que cada día estoy más convencido de que Plinio había bebido demasiado cuando largó la frasecita de marras porque en este caso, continente y contenido están a una altura que semeja la profundidad de la fosa de las Marianas.
Para que comiencen a abrir boca (es decir a bostezar ante la perspectiva de otra serie de largas, tediosas, cansinas... historias) les dejo con un par de tentempiés, el primero, un magnífico artículo de Luis Alfonso Gámez sobre las formas de la obra que vamos a tratar en próximos días; el segundo, a modo de adecuada ambientación musical, es una magnífica ejecución del "Reina de la noche" de la Flauta Mágica de Mozart (afortunadamente ya estaba muerto cuando se realizó esta grabación lo que le ahorró un inmenso dolor testicular) a cargo de una voz inigualable e inigualada en el bel canto, la magnífica ¿soprano? ¿mezzo? ¿gallina?... (algo será pero no sé qué) Florence Foster Jenkins (para escuchar la grabación, pinchen en el apartado correspondiente al título y ejecutante ya indicados). Son sólo tres minutos del éxtasis musical más indescriptible que conducirá su mente al estado adecuado de receptividad aperturista para enfrentarse a la crítica "sismográfica" de "Guardianes del secreto" por D. Lorenzo Fernández Bueno. Es decir, que podemos reírnos a gusto (tal vez, después de todo, tuviera razón Plinio).
Ya, ya sé que todo esto suena un poco críptico; pero todo terminará por encajar (más o menos) en su lugar correspondiente. Además ¡qué puñetas! hablaremos de algunos secretos tan insopechados que sólo hay decenas de títulos contando las mismas pavadas para una Habana difunta. No creerán Vds. que se puede ser más claro sin correr el riesgo de que la CIA, el MI6, el Vaticano, la UEFA y la FIFA eliminen al que tal ose. Así que sólo para sus ojos, comenzará Misterios jocosos en esta página. Advertidos quedan. El que avisa no es traidor, es avisador (casi como el di Caprio, compuesto y sin Óscar).
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